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Cómo el calor, el frío y la terapia de contraste benefician a su cuerpo

How Heat, Cold, and Contrast Therapy Benefit Your Body
Introducción El calor, el frío y la terapia de contraste se han utilizado durante siglos para tratar diversas dolencias, desde el alivio del dolor hasta la reducción de la hinchazón. Estas terapias se originaron en las antiguas civilizaciones griega y egipcia, donde se utilizaban fuentes de calor natural como el sol y los manantiales termales, y terapias frías para el alivio del dolor, espasmos musculares e inflamación. Hoy en día, los dispositivos modernos han hecho que estas terapias sean más accesibles y efectivas.
Terapia de Calor La terapia de calor, o termoterapia, utiliza calor localizado y constante para dilatar los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y entregando nutrientes y oxígeno al área de tratamiento, lo que ayuda a eliminar los productos de desecho que causan rigidez y dolores. La terapia de calor puede mejorar el flujo sanguíneo, aliviar la rigidez y el dolor muscular, reducir los dolores y molestias musculares, y mejorar el rango de movimiento antes del ejercicio. Es mejor para músculos rígidos y adoloridos, y dolores a largo plazo. Evite usar la terapia de calor inmediatamente después de una lesión para prevenir la hinchazón aumentada. La temperatura ideal para la terapia de calor es entre 95-109°F durante 20-25 minutos.
Terapia de Frío La terapia de frío, o crioterapia, constriñe los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo sanguíneo y la inflamación en el sitio de tratamiento, ayudando en la recuperación de lesiones. La terapia de frío puede reducir la inflamación y tratar lesiones. Es mejor usarla inmediatamente después de una lesión, para la inflamación y la hinchazón. Evite usar la terapia de frío en heridas abiertas y retírela si se pierde la sensación en la piel. La temperatura ideal para la terapia de frío es alrededor de 45°F durante 15-20 minutos.
Terapía de Contraste La terapia de contraste alterna entre la terapia de calor y la terapia de frío, aprovechando los beneficios de ambas para mejorar la recuperación. El calor aumenta el flujo sanguíneo, mientras que el frío reduce la inflamación, alternando para mejorar la entrega de nutrientes y reducir la acumulación de líquidos. La terapia de contraste puede aliviar dolores y molestias, mejorar la circulación sanguínea y reducir la rigidez muscular. Es ideal para la recuperación post-ejercicio y para maximizar la recuperación muscular. Evite usar la terapia de contraste inmediatamente después de una lesión. La temperatura ideal para la terapia de contraste es la más alta (110°F) y la más baja (45°F), con una proporción de calor a frío de 3:1, para tiempos de tratamiento totales de 15-30 minutos.
Referencias: 

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